Glosario Financiero. ¿Qué es el factoring?

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El factoring es una alternativa que tienen las empresas para externalizar la gestión de cobro de las facturas con sus clientes y obtener liquidez de las mismas. 

En este tipo de contratos se ven implicados tres intervinientes: la empresa “cedente” que solicita esta necesidad de factoring, la entidad de factoring o “factor” y los “deudores, es decir los clientes de la empresa inicial”.

La operativa bajo este contrato consiste en que la cedente cede sus facturas de cobro a estas entidades de factoring para que ellas sean las que gestionen dicho cobro, mientras le anticipan también el importe de dichas facturas.

En resumen es financiarse con las facturas que tus clientes deben pagarte por tus ventas.

¿Qué es el factoring con recurso y el factoring sin recurso?

El factoring puede hacerse de dos formas, con recurso o factoring sin recurso. En el factoring con recurso se entiende que el deudor va a pagar a la entidad factor y, si este no lo hiciera, la empresa cedente le debería devolver el importe que le había anticipado a entidad. Si el factoring es sin recurso, la empresa cedente llegado el caso anterior, no estaría obligada a devolver el importe anticipado a la entidad si el motivo del impago es por la insolvencia del deudor.

¿Por qué elegir el factoring para financiar su empresa?

Ventajas del factoring:

1. Reducción de costes administrativos

La principal razón de las empresas al contratar una entidad que gestione sus facturas es la reducción de costes que implica, tanto de personal, por las tareas administrativas por las posibles emisiones de pagarés o letras, actividades relacionadas con la gestión del cobro, reclamaciones y litigios. Es por tanto un gran ahorro de tiempo para la empresa cedente que contrata este servicio.

2. Financiación y disposición de liquidez inmediata.

Las empresas generalmente buscan además del ahorro que supone este servicio, obtener liquidez por anticipado, si así lo requiere con la línea de factoring que se le abre al establecer el contrato.

Gracias al factoring las empresas pueden cobrar sus facturas en el mismo momento, evitando también la incertidumbre de cobro que pueden generar por tener el riesgo de crédito cubierto por la entidad factor si contrata la modalidad de factoring sin recurso.

3. Permite asegurar los flujos de caja y mejora de los ratios de la compañía. 

Gracias al factoring se puede anticipar el cobro de facturas, cobrando desde el momento de la generación de la factura su importe. con la excepción de la comisión de gestión de recibir este servicio y los costes financieros asociados al anticipo. 

La forma de contabilizar estos flujos financieros también permiten mejorar los ratios de balance de las compañías en su modalidad sin recurso, siendo no solo una herramienta de liquidez, sino también contable.

4. Externalización de la gestión de cobro de facturas

El servicio de factoring es un servicio externo para realizar la gestión de cobro de las facturas por lo que evitarás tener este servicio de forma interna. La empresa no tendrá que destinar ningún recurso a este tipo de operaciones, tan complejas en muchas ocasiones y evitarás también conflictos y posibles reclamaciones, consiguiendo mejor relación con el propio cliente.

5. Tendrás un continuo asesoramiento financiero y comercial

En los casos de factoring la entidad, antes de aceptarnos como cliente, y antes de aceptar la cesión de las facturas, hará un estudio de nosotros y de nuestra cartera de clientes. Esto en sí ya es un asesoramiento financiero y comercial de la estructura de clientes.

6. Especialmente interesante para empresas con clientes en el extranjero

El factoring es un servicio muy interesante para empresas con clientes en el extranjero. Al tener transacciones con diferentes países, con sistemas de pagos e interlocución muy diferentes, puede suponer un gran ahorro de recursos.