Importada del entorno empresarial anglosajón con el nombre de supply chain finance (SCF), la financiación de la cadena de suministro es una práctica relativamente novedosa en España, pero cada vez gana más terreno en el segmento mid cap, junto a otras modalidades de financiación alternativas como el factoring y el confirming.
Permite a las empresas optimizar el pago a sus proveedores mediante herramientas de tecnología financiera, plataformas digitales ad hoc que permiten al comprador ofrecer una opción de financiación a sus proveedores, quienes pueden gestionar y adelantar el cobro de sus facturas.
Las ventajas que tiene esta modalidad de financiación son evidentes. La empresa compradora, además de obtener una mejora del capital circulante, pasa a ofrecer capacidad de financiación directamente a sus proveedores, obteniendo una mejora de planificación de sus pagos. En cuanto al proveedor, obtiene una herramienta digital que le permite consultar fácilmente el estado en el que se encuentra el procesamiento de sus facturas y gestionar la financiación de las mismas personalmente de una forma mucho más ágil e intuitiva.
Las soluciones SCF forman parte de una nueva generación de servicios financieros caracterizada por el uso de las últimas innovaciones tecnológicas. Donde antes las empresas solo podían recurrir al ‘know-how’ de los gestores tradicionales para obtener financiación o una mejor gestión empresarial, ahora existen todo tipo de herramientas que complementan y mejoran estos servicios por medio de tecnologías como el big data, la inteligencia artificial o el blockchain.
Estas herramientas han marcado la diferencia durante la pandemia de COVID, que puso en jaque las cadenas de suministro de muchas empresas debido a la reestructuración del comercio mundial, las restricciones sanitarias y los embotellamientos en el flujo de mercancías. Según un estudio de S&P Global Market, los beneficios del sector SCF crecieron un 4% durante 2020, con un peso especialmente relevante en los mercados europeo y estadounidense.
Gracias a las soluciones basadas en tecnología de la información, las entidades alternativas están disputando a los tradicionales la hegemonía en el ámbito de la financiación de las cadenas de suministro globales, a medida que más y más empresas se decantan por la flexibilidad y personalización que permiten servicios como el descuento dinámico o los préstamos P2P (peer to peer). Por eso se estima que esta modalidad de financiación inteligente seguirá creciendo en el futuro próximo, integrándose en las cadenas de suministro de las medianas empresas y empujando a los bancos tradicionales a adaptarse a la revolución digital en curso en el sector financiero.